No hay nada que me estrese más que mudarme, sin embargo, lo he hecho muchas veces.  No sé si sea el duendecillo de la costumbre a algún lugar, o el tener que bucear entre escombros de bobadas y recuerdos inútiles lo que me pone los nervios de punta.

No obstante, es y será siempre un buen momento para inventariar y re-considerar nuestros tesoros personales.  Yo por mi parte me considero un melómano-bibliófilo-cinéfilo, y por lo tanto –analizando bien este asunto- lo que más me incomoda y preocupa por encima de muchas otras cosas es que mis discos, libros y películas no les afecte el cambio de domicilio.  Creo que simplemente por estar guardando los cd’s en una caja atascada ya rompí como 5 cajas :(

También una de las cosas que es digna de mis más terribles fiacas es el re-acomodo de tooooodo y peor si no tendrás el lugar adecuado o de buen tamaño como lo tenías antes.

Y qué me dicen de los nuevos vecinos?  Si de por sí es complicada la convivencia con personas cercanas y queridas, aún más lo es el tratar con criaturas totalmente extrañas y ajenas.  Claro está, siempre existirá desde la típica señora con perfil de detective hasta las familias que viven en comuna dentro de la misma casa.

En fin, siempre son buenos los cambios.  Siempre es bueno sacudirse la mala energía que nos ahoga y detiene, ya que esto siempre nos llevará a nuevos buenos caminos.

Sino, a ver.. Cómo termina The Godfather Parte 1??? Claro! Con una mudanza.  La mudanza representa en la película el fin de una etapa en la vida de la familia Corleone para comenzar otra con nuevos bríos y oportunidades, sino, no hubiera hecho toda la fortuna e imperio Michael Corleone… o sí???  Por qué estoy escribiendo esto?

No lo sé.  Pero lo que sí sé es que todo cambio es bueno,… aunque el cambio de domicilio sea a solo 10 minutos :P ….  La mala vibra se queda y nosotros nos vamos.  Ah! y también se mudan conmigo “Family Guy meets the masked Chamulas”.

Salu2!